International Journal of Tourism, Travel and Hospitality Law 1|2024

EL ECOTURISMO: UN MODELO DE TURISMO ALIENADO CON LOS ODS La eutrofización costera constituye una amenaza para los ecosistemas marinos: «La agricultura, la acuicultura y las aguas residuales contribuyen a la carga de nutrientes en las zonas costeras, lo que provoca la eutrofización costera generalizada y la proliferación de algas. Estas floraciones provocan el agotamiento del oxígeno, dañan la vida marina, contaminan peces y mariscos y dañan las zosteras y los arrecifes de coral, entre otros efectos. Las consecuencias para la salud de los ecosistemas marinos, las comunidades locales, la pesca y el turismo son graves. En 2022, las imágenes satelitales revelaron tendencias de eutrofización costera elevadas en todo el mundo (superiores a la línea de referencia de 2000-2004), aunque de magnitud diferente a la de los últimos años. De 2018 a 2022 se encontraron tasas consistentemente altas en el Mar Arábigo, donde las floraciones plantearon amenazas a la pesca, el turismo y las plantas de desalinización, en particular durante el final del invierno y el comienzo de la primavera». Ante la crisis de los océanos, es preciso ampliar el monitoreo de la acidificación mundial: «A medida que se disparan las emisiones de gases de efecto invernadero, los océanos absorben silenciosamente una cuarta parte de las emisiones anuales de dióxido de carbono. Aunque esto mitiga el efecto del cambio climático en el planeta, tiene un alto costo en el frágil equilibrio de la acidez de los océanos y daña organismos y ecosistemas. Los sitios de observación a largo plazo en mar abierto han mostrado un descenso continuo de los niveles de pH en los últimos 20 a 30 años, con repercusiones de amplio alcance. En la actualidad, el pH medio del océano es de 8,1, aproximadamente un 30 % más ácido que en la época preindustrial, y está cambiando rápidamente. La acidificación de los océanos amenaza la supervivencia de la vida marina, perturba la cadena alimentaria y socava tanto los servicios vitales que prestan los océanos como nuestra propia seguridad alimentaria. Además, este fenómeno debilita y destruye los corales y las defensas costeras, degrada los hábitats y pone en peligro la pesca, la acuicultura y el turismo». Existe un mayor riesgo de extinción de las especies y se relaciona con el ecoturismo por el cambio climático y la deforestación: «Las especies vegetales y animales son vitales para nuestra existencia, desde la polinización de un tercio de los cultivos mundiales hasta el suministro de medicinas y oportunidades económicas. Sin

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